miércoles, 30 de septiembre de 2009

La torcida lógica heterosexista

"Asegurar que el amparo constitucional del matrimonio heterosexual discrimina a los homosexuales es llevar las cosas fuera de borda. Esa postura equivaldría a afirmar que la existencia de semáforos atenta contra la dignidad de los ciudadanos que no tienen vehículo. Si proteger el orden del tráfico reporta un bien social indiscutible, lo injusto sería imponerle a la totalidad de los conductores que vayan a pie, sólo porque existen personas que no manejan", asegura en un editorial Federico Hernández (ex-CONCULTURA: ya eso dice bastante).
¿Adónde aprendió lógica Federico?
Una cosa no equivale a la otra. Para empezar, un semáforo no atenta nunca contra la dignidad de nadie. Y no es ésa la postura que defendemos quienes queremos igualdad de casarnos.
La comparación tendría que ser en otros términos:
- Yo ando a pie, por tanto, hago caso omiso de los semáforos. PERO... eso no debe de ser un impedimento para que yo TENGA DERECHO a tener carro... POR CIERTO... el carro de mi predilección. ¿O qué? Si mi auto es rosado significa que no me darán permiso de ciruculación porque los semáforos son solo para autos de otros colores, EXCEPTO el rosado, así nacido?
Solo en este caso la comparación es equivalente. Y siguiendo esta lógica:
Ir a pie equivale a estar soltero
Ir en carro equivale a estar casado
Por lo que, lo que realmente está sucediendo no tiene nada que ver con los semáforos, sino con que SE IMPIDE que otros ciudadanos puedan conducirse en auto, si ese auto es rosado. Y ESO es discriminación aquí y en la China.
Además, la dudosa lógica de Federico tiene otro error garrafal. Dice: "lo injusto sería imponerle a la totalidad de los conductores que vayan a pie, solo porque existen personas que no manejan".
El error está en que nadie pretende prohibir para todos el matrimonio, sino hacerlo incluyente. Lo que equivaldría a decir que lo que se busca es que TODOS puedan andar en auto si así lo quieren, no que todos irán a pie por culpa de los que andamos a pie. (otra discriminación, que equipara a los que andamos a pie con pobres diablos: ellos no tienen derecho a conducir autos, se infiere). Porque los derechos de quienes andan en auto quedan intactos cuando se permite a otro "de a pie" andar en auto si lo desea, aunque sea rosado.
Pero aún tiene otro atractivo la curiosa lógica de Federico. Cuando dice que "lo injusto sería imponerle a la totalidad de los conductores que vayan a pie, solo porque existen personas que no manejan" (lo cual sería, en eso sí estamos de acuerdo, una imposición), ¿no nota Federico algo muy curioso?: ¡quien quiere imponer a la totalidad de los gays que no puedan casarse (quien quiere imponerle a la totalidad de los conductores que vayan a pie), solo porque no son heterosexuales (solo porque existen personas que no manejan), es él, y el sentido de lo que dice se le vuelve, por tanto, en su contra y en contra de los demás heterosexistas que ven al mundo como exclusivamente heterosexual).
Matrimonios HAY entre personas del mismo sexo. Son familias homoparentales, reconocidas por las leyes de muchos países. Porque el matrimonio no es una figura natural sino de construcción social, que parte de las realidades sociales específicas, y no viceversa.
Otra observación: el "orden social indiscutible" resulta que SÍ es discutible, puesto que dar reconocimiento legal, como matrimonio, a las uniones entre personas del mismo sexo, resulta que SÍ repercute en un bien social, si se toman en cuenta las necesidades básicas del ser humano (el gay también es un ser humano, y eso de ser "pecador" también es discutible), como lo son la dignidad y el derecho al reconocimiento personal y social.
A trabajar la lógica, Federico, en lugar de solo hablar por hablar.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Y de nuevo... la reforma homofóbica, a discusión de la respectiva Comisión.

Como se esperaba, después de no obtener mayoría calificada (solo obtuvo 46 de los 56 votos requeridos para su ratificación), la reforma a los artículos 32, 33 y 34 de la Constitución, que prohibe el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción entre parejas del mismo sexo, pasó de nuevo a la Comisión respectiva.
Cabe destacar la intervención del diputado David Rodríguez, del FMLN, que con pasión y garra les dijo sus dos que tres verdades a quienes correspondía. Paso a transcribir parte de su intervención:
"Hace algún tiempo, el papa pidió perdón por todos los asesinatos de la inquisición. Aquí están los inquisidores, en nombre de Dios, hipócritamente, como sepulcros blanqueados, lanzando acusaciones. En la conquista también había gentes, cristianos, católicos con la cruz, que decían que los indios no tenían alma, y por eso casi los terminaron en nuestro país. Yo preguntaría aquí en este pleno si se acuerdan: aquí había un diputado que pedía que se leyera la Biblia antes de cada plenario, ahora está preso por narcotraficante. Un día, Jesús echó saliva, hizo un poquito de lodo y curó a un ciego. Se escandalizaron todos los hipócritas fariseos que llevaban en sus turbantes textos de Biblia. En sus turbantes colgaban listones con textos de la Biblia, por eso Jesús les dice: “Sepulcros blanqueados, raza de víboras, cuelan el mosquito y se tragan el camello”. Todos aquellos que están defendiendo a la familia son los que han llevado a la familia salvadoreña así como está: sin vivienda, violando la Constitución política".
En honor a la verdad, cabe decir que el FMLN no ha sido claro en defender los derechos al matrimonio en igualdad de condiciones de los homosexuales. Solo dice que la prohibición para que tales matrimonios se lleven a cabo, ya está suficientemente legislada en las leyes secundarias (lo cual es una manera de decir que apoya dicha prohibición). Por lo que habría que exigirle más claridad en sus posiciones, para que no ande quedando bien con Dios y con el diablo. ¿Apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de éstos? ¿Sí o no?... Seguimos sin saberlo.
Como ejemplo tenemos al PSOE de España, que fue absolutamente claro en su posición de defender tales uniones, sin ambages y sin tartamudeos. Claridad hay que pedir, para evitar que el trueque y el doble discurso hagan de las suyas más adelante. No necesitamos estrategias ocultas sino CLARIDAD, como la demostrada por el diputado Rodríguez esta noche.

martes, 22 de septiembre de 2009

La marcha de los fariseos

La marcha de la iglesia contra nuestros derechos:
Eso fue una demostración heterosexista y heterocentrada, y, para colmo, machista y patriarcal.
El heterosexismo es la ideología por medio de la cual la heterosexualidad (y la estricta división de roles de género que ella conlleva) se IMPONE socialmente (a través de leyes abusivas como la que se pretende impulsar) como la norma que todo individuo debe seguir. Esta heterosexualidad es impuesta de manera que cualquier comportamiento que la cuestione es socialmente rechazado y relegado a la "anormalidad" y la marginalidad (un acto de discriminación: comportamiento social que separa a las personas por su raza, clase social, sexo, religión u otros motivos). Esto significa que no solo los comportamientos estrictamente homosexuales (expresiones afectivo-sexuales hacia personas del mismo sexo) son condenados (a veces solapada y disfrazadamente, como es el caso), sino también aquellas actitudes que transgreden la división de roles de género socialmente construida.
La principal manifestación del heterocentrismo es la suposición de que todos los individuos son, por defecto, heterosexuales, y que la ausencia de una manifestación abierta en el sentido contrario por parte de una persona implica su condición heterosexual, lo cual no es cierto.
Lo que debemos hacer es educarnos en sexualidad antes de andar socavando los derechos de aquellos seres humanos que son diferentes y por tanto se apartan de las concepciones rígidas, usualmente religiosas, con que interpretamos y valoramos al mundo. Este mundo no es de las mayorías, es DE TODOS. Y todos tienen derecho a que se les respeten sus derechos en igualdad de condiciones. Es eso lo que las leyes salvadoreñas deben de reflejar, y no la imposición del criterio de una mayoría heterosexual heterosexista sobre una minoría homosexual.Pienso que el Estado no solo debe no prohibir, sino regular los casamientos de personas del mismo sexo para hacer honor al espíritu de justicia igualitaria que la misma Constitución demanda. Esto no es una cuestión de moralidad, puesto que la moralidad no tiene nada que ver con la orientación sexual, y sí con cómo ES en esencia la persona: si es digna, recta, fiel, y justa, entonces es una persona moral, con independencia de su orientación sexual. Y debemos aceptar de una buena vez que los principios y valores no tienen bandera religiosa. Debemos procurar principios y valores HUMANOS, no institucionales (llámeseles “cristianos” o de otra denominación religiosa, que están basados en CREENCIAS institucionalizadas, no en verdades absolutas, y que, por tanto, no tienen por qué ser impuestas a todos). Si tú quieres aplicar para ti los valores religiosos, perfecto, hazlo; pero no esperes que todos los apliquen en su vida tan solo porque eso es lo que tú consideras que es lo correcto, o porque la mayoría está contigo, porque entonces entramos a los terrenos de las imposiciones de criterio y del abuso, por mucho que queramos adornar las intenciones con dobles discursos y maljustificados pretextos. Eso no nos va a hacer más morales, solo nos va a volver más excluyentes, y lo único que la exclusión genera es odio y resentimiento: un resultado nada cristiano, por cierto.

Los disfraces y los dobleces de los fariseos

“respetamos a los gays”, “no tenemos nada contra ellos”, “nadie los está discriminando”… “¡pero son unos degenerados, perversos, antinaturales y abominaciones!”. “¡Sería una vida monstruosa si un niño se criara con ellos!”
Esto es lo que hay en el fondo de los discursos hipócritas, santurrones y puritanos de estos modernos Torquemadas. No hallan cómo disfrazar la discriminación y el odio que rezuman sus argumentos y sus pretensiones de volver leyes sus prejuicios y creencias. ¿Respeto dicen?
Fariseos detestables.

Los homosexuales SÍ son capaces de educar a sus hijos

Decir de dos homosexuales que por ser homosexuales no son capaces de educar y criar niños es basarse en la errada idea de que un homosexual, por ser homosexual, tiene algo malo, y esa idea base que se encuentra en el fondo del argumento, es un claro prejuicio y una discriminación. Un padre o una madre no son buenos padres por su orientación sexual, sino por su integridad como personas. Al igual que un heterosexual, un homosexual puede ser un ser humano íntegro. Por otro lado, un heterosexual, por el solo hecho de serlo, no es necesariamente un ser moral e íntegro, por tanto, no siempre será un buen padre, como por desgracia muchos sabemos. Sin embargo, a éste último nadie le impide ser padre; a la vez, muchas familias homoparentales (de padres o madres gays) españolas son ejemplo de buenos padres criando y educando a buenos hijos, integrales y dignos ¿Por qué vamos a impedir que un hombre o mujer gay, íntegros, sean padres? No podemos hacerlo sin discriminar por razones de orientación sexual. Y ahí estamos violando los derechos de los individuos. Por otro lado, un hijo tiene derecho a amor y a que se le eduque correctamente, pero “correctamente” no significa “cristianamente”, sino con principios y valores universales que no discriminan ni excluyen, y no hay razón válida (como no sean prejuicios) para pensar que un padre o madre gay no pueda transmitir a sus hijos esos valores. ¿O vamos a tapar al sol con un dedo (no hay peor ciego que el que no quiere ver) y negar que muchos padres de familia (en realidad, homosexuales y bisexuales solapados, que se dan sus escapadas porque no tienen el coraje de serlo abiertamente), son buenos padres?Hay mucha hipocresía y muchos dobleces en esos argumentos mojigatos y absurdos de gentes con mentalidades medievales y mezquindad disfrazada de santidad. Pero lo que menos hay en ellos es razón.