viernes, 25 de marzo de 2011

Jerarquía católica quiere violar derechos y exigir que se le respeten los suyos.

Nota en Dosmanzanas: acá.
Los jerarcas católicos quieren que se les dé el derecho de denigrar y atropellar la dignidad de las personas (de inocular su odio en la sociedad para que en ella se perpetúe y tome diversas formas), y se enojan los pobrecitos porque esperan además tener el privilegio de que no se le responda. Si serán cínicos.
Una de las características más destacadas de la jerarquía católica es que se comporta como un burro al que los feligreses más racionales tienen que ir jalando y los no feligreses tienen que ir dando de patadas para que avance. Y siquiera fuera un burro tranquilo e inocente; pero no: nada más se le logra poner de pie para que avance y empieza a dar de rebuznos y patadas. Así de necia y obstinada es.
Ampararse en los Derechos Humanos con el propósito de violar los Derechos Humanos, es ir en contra de la lógica, un atentado a la conciencia y una prueba de perversión intelectual. Precisamente, el Artículo número 30 de la propia Declaración Universal, aclara que no es lícito valerse de ningún derecho para suprimir otros derechos. (Jaume d'Urgell)
Muestra de lo que digo: acá.