Los heterosocados pueden llegar a tolerar (que es distinto a respetar), por ejemplo, que los homosexuales sean peluqueros, estilistas, cosmetólogos y payasos de tele y de circo, toda vez que estos no mencionen o no tengan una vida sexual…
Porque lo sexual, en un homosexual, lo consideran perversión, y, en esta heterosocada lógica, el homosexual que es sexual es un pervertido. Por eso, si van a tolerar a un homosexual, éste debe ser asexual, o, cuando menos, aparentarlo.
Pero aceptan que existan los homosexuales pervertidos en la personificación de: prostitutos y travestis de esquinas, porque a ellos sí que es fácil atacarlos y ponerlos como ejemplo de lo que les pasará a quienes osen volverse maricones.
PERO LO QUE LOS HETEROSOCADOS DE PLANO NO TOLERAN son dos cosas:
1. Que un homosexual muestre inteligencia (por razones obvias: esto no les permite encasillarlo en sus heterosocados paradigmas, hacer su labor de reduccionismo radical y meterlos en el cómodo cajón de la mariquita inferior).
Y 2. SOBRE TODO, lo que los heterosocados no toleran, ES QUE DOS HOMOSEXUALES VAYAN MÁS ALLÁ DE LO SEXUAL Y SE DEMUESTREN AFECTO, TERNURA, CUIDADO MUTUO Y SOBRE TODO AMOR ENTRE ELLOS, EN PÚBLICO. Eso los mata a los heterosocados, porque entonces ya no pueden encasillar a los homoSEXUALES como meros seres inferiores no pensantes y a lo sumo cometedores de actos sexuales “pervertidos”. Porque AMAN. Y para ellos es inconcebible que dos homosexuales se amen. Aceptarán cualquier cosa, menos que dos homosexuales se amen, porque eso les destruye las casillas de perversión y de inferioridad en la que los tienen metidos (por supuesto, para la comodidad de su cerebro unicelular). Porque el amor y el afecto van más allá de cualquier simple “acto homosexual”, tocan el terreno de las almas y de lo profundamente humano, y contra ello, los heterosocados se quedan sin armas con qué atacar. Y es entonces cuando usan la negación, los puños y los más rabiosos insultos. Porque un beso en público de dos homosexuales equivale a que explote una bomba en el aséptico, artificial e hipócrita mundo heterosocado.
¿No lo cree? Haga dos cosas:
Primero: pregúntele a cualquier heterosocado que conozca si cree posible que dos hombres puedan llegar a amarse profundamente como pareja. Verá que la respuesta será contundente y refleja: ¡Jamás! ¡Imposible! ¡Solo un hombre con una mujer pueden llegar a amarse con amor de pareja! (aléjese un poco de él cuando pregunte, porque los aspavientos que su efusiva reacción generará con las manos lo pueden llegar a golpear)
Segundo: dese unos cuantos besos tiernos en público con su pareja gay, a la vista de todos. Y observe. Si tiene suerte quizá no digan nada, pero verá las miradas de desaprobación que le echarán algunos, y la contundente manera como otros negarán con la cabeza, también en desesperada y reprendedora desaprobación. Escuche los bisbiseos y las risitas que generará en otros.
Por supuesto, en la mente de los heterosocados, el beso no habrá sido una manifestación de amor o afecto, sino un cínico y desfachatado acto de exhibicionismo público. Así de empáticos son ellos. Alzarán la voz al cielo y se desgarrarán las vestiduras por las graves consecuencias psicológicas que aquél acto impúdico supondrá en la psicología de sus hijos, los pobre inocentes que siempre usan de escudo y excusa para esconder sus prejuicios y sus odios a lo distinto.
* Heterosocados: especie de humano contemporáneo, heterosexual y de mentalidad cavernícola, que pulula en la sociedades muy de hombres masificados, que no piensa por sí mismo, que odia a los homosexuales porque sí y que cree que el mundo debe ser hecho a la medida de sus creencias (que no suelen ser más que una serie de prejuicios y preconceptos absorbidos por un cerebro unicelular sin usar los criterios normales de selección y juicio crítico que distingue al ser humano de los sub-humanos que solo aparentan ser humanos) y que absolutamente todos los demas seres deben adaptarse a él.
Porque lo sexual, en un homosexual, lo consideran perversión, y, en esta heterosocada lógica, el homosexual que es sexual es un pervertido. Por eso, si van a tolerar a un homosexual, éste debe ser asexual, o, cuando menos, aparentarlo.
Pero aceptan que existan los homosexuales pervertidos en la personificación de: prostitutos y travestis de esquinas, porque a ellos sí que es fácil atacarlos y ponerlos como ejemplo de lo que les pasará a quienes osen volverse maricones.
PERO LO QUE LOS HETEROSOCADOS DE PLANO NO TOLERAN son dos cosas:
1. Que un homosexual muestre inteligencia (por razones obvias: esto no les permite encasillarlo en sus heterosocados paradigmas, hacer su labor de reduccionismo radical y meterlos en el cómodo cajón de la mariquita inferior).
Y 2. SOBRE TODO, lo que los heterosocados no toleran, ES QUE DOS HOMOSEXUALES VAYAN MÁS ALLÁ DE LO SEXUAL Y SE DEMUESTREN AFECTO, TERNURA, CUIDADO MUTUO Y SOBRE TODO AMOR ENTRE ELLOS, EN PÚBLICO. Eso los mata a los heterosocados, porque entonces ya no pueden encasillar a los homoSEXUALES como meros seres inferiores no pensantes y a lo sumo cometedores de actos sexuales “pervertidos”. Porque AMAN. Y para ellos es inconcebible que dos homosexuales se amen. Aceptarán cualquier cosa, menos que dos homosexuales se amen, porque eso les destruye las casillas de perversión y de inferioridad en la que los tienen metidos (por supuesto, para la comodidad de su cerebro unicelular). Porque el amor y el afecto van más allá de cualquier simple “acto homosexual”, tocan el terreno de las almas y de lo profundamente humano, y contra ello, los heterosocados se quedan sin armas con qué atacar. Y es entonces cuando usan la negación, los puños y los más rabiosos insultos. Porque un beso en público de dos homosexuales equivale a que explote una bomba en el aséptico, artificial e hipócrita mundo heterosocado.
¿No lo cree? Haga dos cosas:
Primero: pregúntele a cualquier heterosocado que conozca si cree posible que dos hombres puedan llegar a amarse profundamente como pareja. Verá que la respuesta será contundente y refleja: ¡Jamás! ¡Imposible! ¡Solo un hombre con una mujer pueden llegar a amarse con amor de pareja! (aléjese un poco de él cuando pregunte, porque los aspavientos que su efusiva reacción generará con las manos lo pueden llegar a golpear)
Segundo: dese unos cuantos besos tiernos en público con su pareja gay, a la vista de todos. Y observe. Si tiene suerte quizá no digan nada, pero verá las miradas de desaprobación que le echarán algunos, y la contundente manera como otros negarán con la cabeza, también en desesperada y reprendedora desaprobación. Escuche los bisbiseos y las risitas que generará en otros.
Por supuesto, en la mente de los heterosocados, el beso no habrá sido una manifestación de amor o afecto, sino un cínico y desfachatado acto de exhibicionismo público. Así de empáticos son ellos. Alzarán la voz al cielo y se desgarrarán las vestiduras por las graves consecuencias psicológicas que aquél acto impúdico supondrá en la psicología de sus hijos, los pobre inocentes que siempre usan de escudo y excusa para esconder sus prejuicios y sus odios a lo distinto.
* Heterosocados: especie de humano contemporáneo, heterosexual y de mentalidad cavernícola, que pulula en la sociedades muy de hombres masificados, que no piensa por sí mismo, que odia a los homosexuales porque sí y que cree que el mundo debe ser hecho a la medida de sus creencias (que no suelen ser más que una serie de prejuicios y preconceptos absorbidos por un cerebro unicelular sin usar los criterios normales de selección y juicio crítico que distingue al ser humano de los sub-humanos que solo aparentan ser humanos) y que absolutamente todos los demas seres deben adaptarse a él.
1 comentario:
Buen nuevo concepto y buena definición.
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