jueves, 15 de abril de 2010

Las insignes fuentes "científicas" de Julia Regina de Cardenal. CARTA ABIERTA A EL DIARIO DE HOY

Con respecto a la desinformada, desinformadora y parcial "columna" aparecida el día de hoy en sus páginas, de la autoría de Regina Cardenal, me gustaría opinar lo siguiente:

A la “columnista” Cardenal, que solo entiende y quiere ver la parte católica de la realidad, se le olvidó mencionar cuáles otras asociaciones, no ligadas a ninguna fe, y, por tanto, más objetivas en su accionar, están por la correcta educación sexual de los jóvenes desde temprana edad y por el respeto de las identidades sexuales y de las auto-construcciones afectivo-sexuales en las escuelas norteamericanas. http://apa.org/pi/lgbt/resources/just-the-facts.pdf. Son nada menos que: la Academia Norteamericana de Pediatras, la Asociación Norteamericana de Administradores de Escuelas, la Asociación Norteamericana de Orientación Psicopedagógica, La Federación Norteamericana de Profesores, la Asociación Psicológica Norteamericana, la Asociación Norteamericana de Consejeros de Escuelas, la Asociación Norteamericana de Salud de las Escuelas, la Fundación Alianza Inter-fe, la Asociación Nacional de Psicólogos de Escuela, la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias, la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Nacional de la Educación y la Organización Norteamericana de Trabajadores Sociales de Escuela. Hay que decir que la Asociación Norteamericana de Psicología (American Psychological Association, APA), basada en Washington D. C., es una organización científica y profesional que representa la psicología en los Estados Unidos, y que, con 150,000 miembros, es la más grande asociación de psicólogos del mundo ( http://apa.org/about/index.aspx ), y que la Academia Norteamericana de Pediatras, AAP por sus siglas en inglés, y que incluye a Canadá, cuenta con 60,000 miembros http://www.aap.org/ y fue fundada en 1930, a diferencia de la socorrida asociación pediátrica citada por la “columnista”, que fue fundada apenas en el 2002, y que es más bien un grupo de pediatras renegados y de corte religioso y cuenta, según su misma página, con “miembros en 45 estados" (ni siquiera en todos los estados). Para que vean la poca importancia que tiene esta organización, ni siquiera aparece en la búsqueda de wikipedia en inglés. Pero, claro, la Cardenal le da más peso a esta asociación de corte religioso que a lo que tengan que decir las asociaciones serias y objetivas, y presenta sus alegatos como “verdades científicas”. La “columnista” Cardenal pasa por alto que una carta o un comunicado no constituye prueba médica alguna, y con una descarada falta de seriedad nombra de todos modos su “columna” con el estigmático y amarillista título de “Pruebas médicas sobre sexualidad de jóvenes”. ¿Adónde están las pruebas? Lo que diga o interprete un grupo de médicos llenos de prejuicios religiosos no constituye prueba ni estudio alguno para determinar nada. Hay que recordar que las verdades a medias son mentiras tendenciosas, y eso es justamente su “columna”, una mentira tendenciosa.

Pero veámos quiénes están asociados a este grupo citado por la Cardenal:

El Dr. Dean Byrd, a quien este grupo cita y alaba por sus “estudios”. Fue nada menos que presidente de NARTH, National Assosiation for Research & Terapy of Homosexuality (Asociación Nacional de Investigación y Terapia de la Homosexualidad), abierta y estrechamente ligada a la coalición que indica la “columnista” (Facts About Youth), y por tanto ligada a los prejuicios religiosos, y que ha sido un sinnúmero de veces demandada por violaciones a los derechos humanos y cuestionada por los investigadores serios del tema, y una de las más conocidas y abiertamente homófobas-religiosas asociaciones en la actualidad, dedicada a promover el estigma social contra los homosexuales y el pánico en ellos, con artículos y noticias fanático-pseudo-científicas; el Dr. Byrd publicó un libro que se titula “Mormons and homosexuality” (Mormones y homosexualidad), el cual, por cierto, le provocó problemas por haber citado tendenciosamente un texto de otro profesional, el Dr. Michael Bailey, además de otros colegas, para hacer parecer que éste “aseguraba” que había otras hipótesis relacionadas con la salud mental de los gays aparte de los efectos negativos de la presión social y del estigma, algo por lo que el mismo citado se mostró sorprendido y que, por supuesto, negó (aparte de muchas otras citas más que hacía, todas erróneas y tendenciosas, como puede leerse acá: http://wthrockmorton.com/tag/a-dean-byrd/ )

El Dr. Thomas Benton, citado directamente por la “columnista”, es presidente y co-fundador de la Asociación en la que se apoya la Cardenal para hacer su “investigación”. En la página web del doctor Benton encontramos que su misión es “servir a nuestros pacientes de una manera tal que complazca al Señor” ( http://www.bentonpediatrics.com/ ) y ha sido miembro de la Asociación Médica y Dental Cristiana desde 1996.

A su vice-presidente Den Trumbull no lo encontramos destacado en por ninguna parte más que en los blogs y páginas cristianas, católicas y mormonas, que lo citan como la única y máxima autoridad en la materia. Muy bajo perfil para ser vice-presidente de una Asociación tan importante y conocida.

Su secretario, el Dr. Randaolp Matthew, está afiliado al Children’s Hospital of Philadelphia, que se “ranquea” con 2 de 4 estrellas posibles. Puesto que la calificación de la calidad del hospital se hace en relación al desempeño de los doctores individuales, la afiliación particular a un hospital por parte de un doctor se refleja en su desempeño, y esto no deja muy bien parado al ilustre secretario de la tan importante y conocida asociación.

Dra. Michelle Cretella, de la mesa de directores, es una conocida activista cristiana en pro de la familia tradicional, un alma gemela de la Cardenal que solo puede interpretar al mundo a través de los lentes oscuros de su fe. Otra mormona más en la lista. Ya se ve entonces que es una asociación que reúne a mormones que son médicos, y no a médicos que son pediatras.

Dr. Richard Fitzgibbons, de “Facts about youth”, es director del "Instituto de Saneamiento Marital". Creo que con eso basta para saber cuáles son sus creencias. Otro doctor con agenda religiosa.

Dr. George Allar Rekers, también de “Facts about youth”, citado por la Cardenal, es también un oficial de NARTH, y testificó en la corte que cree que “la Biblia es la palabra infalible de Dios y que la homosexualidad es un pecado”. ¿Quién no llamaría a esto un prejuicio? En 2008 fue llamado como testigo experto en el caso de adopción de una familia gay de Florida. La jueza del caso, Cindy Lederman manifestó lo siguiente: “El testimonio del Dr. Rekers estuvo lejos de ser un neutral e imparcial testimonio de la relevante evidencia científica. Las creencias del doctor Rekers son motivadas por sus fuertes convicciones ideológicas y teológicas que no son consistentes con la ciencia. Basada en su testimonio y su comportamiento en el juicio, la corte no puede considerar su testimonio como creíble o valioso como para formar las bases de una política pública”.

Dr. Joe Nicolosi, también de “Facts about youth”, otro miembro activo, fundador y ex-presidente de NARTH, la asociación de la “terapia reparativa" antes mencionada”. En relación a esta Asociación, cabe destacar que “NINGUNA importante organización profesional de la salud mental ha avalado los esfuerzos para cambiar la orientación sexual y virtualmente todas ellas han adoptado declaraciones de políticas que previenen a la profesión y al público acerca de los tratamientos que proponen cambiar la orientación sexual. La American Psycological Association APA (EEUU y Canadá) el Royal College of Psychiatrists (Colegio Real de Psiquiatras, Inglaterra), principales organizaciones profesionales, han expresado su preocupación de que las posiciones propugnadas por NARTH, no son apoyadas por la ciencia y crean un ambiente en el que el prejuicio y la discriminación pueden aflorar”. Además es también importante destacar que “el estar de acuerdo con el punto de vista de los líderes de NARTH es el ‘primordial criterio de membresía’, en lugar de serlo las calificaciones profesionales individuales”. Además, la página web de NARTH contiene una “lista de recursos de artículos teológicos”.

¿Qué vemos en común aca? Vemos que esta no es un grupo de pediatras interesados en investigaciones generales de pediatría, sino un instrumento más de la agenda religiosa anti-gay, de la tan repudiable “terapia reparativa”, que parte de un equívoco: que existe algo que reparar: una posición claramente homófoba y heterosexista.

De los firmantes que apoyan el documento citado por la “columnista” Cardenal, la mayoría, si es que no todos, proceden y tienen vínculos con asociaciones pseudocientíficas de corte religioso, como NARTH y Focus on the Family, y religiosas de diferentes denominaciones, en especial la mormona, y con la Catholic Medical Association, CMA (Asociación médica Católica), uno de cuyos propósitos es “sostener los principios de la fe católica en la ciencia y práctica de la medicina”, por supuesto, con obvio detrimento a la imparcialidad y objetividad en la investigación científica; y ligados a la Traditional Velues Coalition (Coalición de Valores Tradicionales), otra asociación cegada en sí misma.

Éste es el universal y variado común denominador que hallamos en todos los médicos pertenecientes a esta asociación, una asociación llena de preconceptos y de claras agendas pro-religiosas. Y no es que tener una creencia religiosa sea malo para un médico; pero cuando ésta se vuelve la nube que no le deja apreciar científicamente las cosas, entonces se convierte en una tara mental que le imposibilita manifestar un criterio acertado acerca de la realidad en la que sus prejuicios intervienen. Es llevar el fanatismo a la profesión.

Lo malo es que cuando una “columna” de estas aparece en un periódico que se las da de “imparcial”, entonces se pone en tela de juicio su seriedad al tener en su staff de “investigadores” a gente fanática que miente y distorsiona una realidad debido a las taras mentales de corte fanático-religioso que las posee como demonio. Pero me desocupo de esta gente. Lo que sí me preocupa es que una opinión presentada de esta manera crea en quienes la leen una percepción igualmente distorsionada de la realidad, fomentando y estimulando el estigma social contra un grupo, el odio, la altanería, el irrespeto. En estos momentos muchos salvadoreños estarán convencidos de que “la ciencia” ha demostrado por fin que los niños y jóvenes no deben ser educados en sexualidad, ni mucho menos en el respeto de la diversidad de las identidades sexuales y las orientaciones afectivo-sexuales divergentes de la tradicional”.

¿O es ésa la intención oculta detrás de tanta miseria mental vestida de trajecitos lindos para niños, que los lectores pensantes tenemos que soportar en las páginas de un periódico “serio” y “objetivo”?

martes, 13 de abril de 2010

La nueva estrategia paranoide del vaticano

La nueva estrategia de corte paranoide del vaticano: tirarle lodo a “algo más” para no verse ella tan enlodada. ¿Con qué propósito? Con el propósito de hacer parecer que el problema de la pedofilia no es algo endémico (o sea, propio y habitual) ni sistémico (es decir, que está enquistado en la misma armazón de la institución religiosa) de ella, sino algo externo. Por eso se comienza a llamar “infiltrados” a los curas pedófilos, cuando en realidad son tan católicos y tan curas como cualquier otro. O se comienza a “explicar” que el problema no es el resultado del celibato (que sería algo sistémico) sino de la homosexualidad (que es algo que está “afuera”, y que ha logrado “penetrar” en los aposentos sacros de la institución religiosa). Por supuesto, esto es insostenible. La homosexualidad no es sinónimo de pedofilia. La pedofilia es una parafilia (desviación o perversión sexual) que no tiene ninguna relación con la orientación sexual (es decir, es independiente de la orientación sexual del parafílico: se puede dar tanto en heterosexuales como en homosexuales), la homosexualidad no es una parafilia. Pero tampoco hay que creer que los casos de curas que abusan y violan niños son todos casos de pedofilia primaria (en realidad, la pedofilia primaria, que se caracteriza por mostrar una inclinación sexual casi exclusiva por los niños, es una parafilia bastante más rara, pocas veces sucede y no se da como un epidemia, sino aisladamente). Estos casos son generalmente casos de pedofilia secundaria o situacionales, caracterizados porque su conducta viene inducida por una situación de soledad o estrés, y la llevan a cabo los que se conocen como “evitadores-temerosos”, que se caracterizan por su gran deseo de contacto con adultos, pero a los que el miedo al rechazo los paraliza, centrándose entonces en los menores. Lo que nos lleva a concluir que, al parecer, el problema sí es sistémico después de todo, generado precisamente por la impuesta obediencia al voto de castidad y aislamiento: productor de soledad y estrés. Y se daría más o menos de la siguiente manera:

Digamos que Juan se mete a cura y hace su voto de castidad, se vuelve célibe. Pero a Juan no se le da muy bien lo de mantenerse casto y aislado de la vida “mundana”, y a medida que pasa el tiempo en Juan son cada vez más grandes los impulsos y deseos por tener sexo, a pesar de su fe. Se masturba con cierta frecuencia para paliarse un poco las ganas, aunque al hacerlo trata de no llenar su mente con malos pensamientos. Pero pasa el tiempo y las ganas solo se acrecientan, a la vez que acentúan su soledad y ansiedad. Juan no es homosexual, pero como ha hecho votos de castidad, no se atreve a procurarse una pareja mujer con quien dar rienda suelta a sus deseos carnales por temor a que ésta lo ponga en evidencia. Por cierto, muchos otros sacerdotes sí se atreven, y se procuran parejas adultas, hombres y mujeres —lo cual no es un delito, aunque sea una falta al voto sacerdotal—; pero él no puede, le da pavor que lo pillen violando su voto de castidad, ¿y qué hace?, lo más fácil: cuando ya no puede más con su aislamiento y ansiedad, y la ocasión se le presenta, busca a alguien que sabe que será más difícil que lo ponga en evidencia: un niño o una niña, de preferencia tímido, que pueda ser manipulable. Generalmente un niño porque Juan, siendo sacerdote, tiene más contacto con niños que con niñas. Con ellos, una amenaza o un pacto de silencio bastarán para que no diga nada. Y, así, comete su crimen. Por supuesto, una vez satisfecho su deseo carnal, se siente mal, se arrepiente, jura que no lo hará más, reza, reza y reza, mientras reparte consejos a los miembros de familias disfuncionales que en él confían. De nuevo la auto-estima para arriba. Dios debe quererlo todavía, para darle ese poder sobre los otros. Pero de nuevo pasa el tiempo y de nuevo vienen los deseos…, una vez más intenta oponerles resistencia, lo logra por un tiempo, pero una vez más los deseos, la soledad y la ansiedad superan a sus fuerzas y les termina dando rienda suelta con otro niño más.

Y así sigue el ciclo, que se repite una y otra vez. Lo importante es que nadie se entere. Y el obispo (que lo sabe, que quiere a Juan y que confía en Juan porque Juan está bajo el amparo de la iglesia de Dios que él también habita) lo que hace nada más es cambiarlo de diócesis. Mejor para Juan, porque nadie lo conoce allí, y así podrá empezar de cero nuevamente. ¿Cuántas veces ha empezado así?

No, señores, la causa ES el voto de castidad para el cual los juanes que conforman el clero católico no tienen vocación. Ya se sabe: si se detiene un río caudaloso con una represa y no se le da escape al agua, ésta termina por desbordar y romper la represa arrasando todo lo que encuentra a su paso. Pero como la castidad es un punto de honor para la iglesia católica (un asunto de intereses económicos, más bien), entonces a toda costa ésta debe buscar y justificarse con otras causas. Entonces, se prende el foco, la solución perfecta: busquemos afuera de nosotros las causas. Fieramente arremete contra los pecadores homosexuales que han osado infiltrarse en sus filas, y contra los medios, y de victimario se convierte así en víctima de satán y el pecado. Recurso muy propio y socorrido de la iglesia católica toda vez que se ha puesto en evidencia. Entonces, las fuerzas del mal son las que la atacan: en este caso, es el New York Times, el Washington Post, CNN, la BBC, El Universal, El Clarín, El País…, los “manipulados” medios, pues, los medios de satán, que la persiguen porque la quieren destruir. Ah, y los homosexuales y su agenda, una agenda de los comunistas y de satán. Y en toda esta humareda que esparcen, quienes se pierden de pronto de esta santa ecuación son precisamente los niños víctimas del acoso de miembros de su sacerdocio, que, si fuera cierto que son homosexuales, solo probaría la ineficiencia de la fe católica para “restaurar” “invertidos”. De pronto, pues, la iglesia católica se las arregla para, de ser la acusadora oficial de homosexuales y sus derechos en el mundo, ser además su víctima: pasa de condenar afuera lo que, según ellos, la corrompe por dentro. Mata así dos pájaros de un tiro: se justifica de sus actos más vergonzosos (la violación de menores) atacando a sus confesos enemigos públicos número uno del momento: los gays. El lodo, pues, queda lavado de su rostro y untado en el de su peor enemigo. Es más: los creyentes se lo creen (si por algo son crédulos los creyentes de la fe a ciegas). Pero, ¡ah! En su prisa por lavar su imagen, su cara, la iglesia olvidó una cosa, algo que, en realidad, nunca ha tenido demasiada importancia para ella, algo accesorio, secundario, que no le quita ni le pone nada a su recuperada imagen de santurrona milenaria: se ha olvidado de que arriba Dios lo ha visto todo.

Sergei


lunes, 12 de abril de 2010

Hasta dónde puede conducirnos la intolerancia que degenera en homofobia

Esta es una muestra de hasta dónde los discursos "religiosos", las columnas de opinión, la distorsión de la información y periodismo irresponsables pueden llevar a la intolerancia hasta convertirla en homofobia desatada.
En Senegal, una turba arrancó de su tumba el cadáver de un activista gay, lo escupió y lo arrojó frente a la casa de sus padres.
La nota en español, de dosmanzanas, acá
La nota original en ingles, del Washington Post, completa acá
Y no es el único caso.

viernes, 9 de abril de 2010

Papa evitó expulsar a cura abusador "por el bien de la iglesia".

Continúa el destape de cloacas en las tumbas blanqueadas del vaticano. Ahora resulta que el papa evitó expulsar a un cura abusador "por el bien de la iglesia". Nota acá.

lunes, 5 de abril de 2010

Ahora sí andan sueltos los beatos y las beatas... en El Diario de Hoy.

Acorralados por la falta de argumentos que justifiquen de alguna manera la cacería de niños que por décadas y siglos han hecho los miembros de la iglesia, y la ocultación de esas actividades por parte de otra gran parte del clero, ahora les ha salido el diablo y andan tratando de minimizar los hechos a base de paranoia: son los medios: "The New York Times", Time, Natinal Georaphic, CNN, Yahoo. El País, etcétera", dicen (yo podría agregar BBC, Universal y cualquier otro medio que se considere de medianament serio para arriba) los que "persiguen" a la pobrecita iglesia católica!!!!
Pero el colmo de los colmos es la columna de opinión de este día de la desocupada beata que escribe en ese periódico que está poniendo muy en entredicho su seriedad y objetividad, "Evangelina del Pilar de Sol", que titutla: "¿Satanás anda suelto?... "Sí", responde ella misma; pero lo más increíble de lo increíble sucede a continuación, cuando de la manera más desfachatada e inimaginable, como si la columna de opinión proviniera de un panfleto del catolicismo más fundamentalista y no de un periódico disque serio (al menos, de mucha circulación en el país), comienza a mandar al mismísimo infierno a medio mundo. Casi me la imagino echando una sucia baba por su sucia boca cuando dice literalmente: "Sí, Satanás anda suelto, y sus representantes terrenales viven felices ayudándolos, para así, al moririse irse todos al infierno a "gozar" su "achicharradora" eternidad". Luego, con la mano (¿o debo decir la garra?) en la cintura suelta un chistecito de muy mal gusto. Y después comienza a amenazar: "Esto podría pasarle", a jueces y magistrados, dice, con especial dedicatoria a los que "aseveran que con aumentar penas a menores mareros asesinos no se beneficia a nadie". ¿Es que acaso están tan mal coordinadas sus huestes que no se ha enterado de que su mismísimo aliado, arzobispo de San Salvador, están entre quienes no apoyan este aumento de pena a menores infractores? ¿Debemos entender que también manda al infierno al arzobispo? Luego de este espumarajo, llama "estúpido" al esposo de una incógnita entrevistadora mediática, y como toda buena beata chismosa, muy cristiana ella, dice de ésta: "a pesar de, según informes, que solo logró concluir la primaria". Pero mejor leerlo, porque es una pieza, verdaderamente una joya, del surrealismo más grotesco y desfachatado. Acá el link. El "no obstante" que utiliza al final es francamente preocupante. Nótese que de esta manera intenta descaradamente minimizar el caso de los curas pedófilos, contrastándolo con el resto de "santos". Cómo se nota que desconoce las estadísticas. Los curas, si no son pedófilos, entonces tienen pareja con consentimiento mutuo: mujer u hombre, o hijos, o amantes variopintos y diversos, hasta en un 80%. ¿A qué santidad se refiere? ¿A la que permite que se produzcan a la par decenas de miles (si es que no centenas demiles) de niños violados, abusados, manoseados, violentados por el clero? ¡Hay que ser ciego de mala fe!
Ahora sí hay que reconocer que hubo un milagro: a la Evangelina se le olvidó esta vez mandar también al infierno a los gays, a menos que en su cabeza ya nos haya incluido bajo el más amplio calificativo de "satánicos".

sábado, 3 de abril de 2010

Judíos indignados por comparación por abusos

Cuando no se quieren individualizar las culpas, que son tantas, y para que no se reconozca que es un problema sistémico, entonces, sencillo: se colectivizan para que adquieran una calidad de Martirio Colectivo. Cortina de humo. Afán de sufridores. Pequeñez de espíritus. De nuevo: arrogancia y soberbia de los "pobres perseguidos", y en buen salvadoreño: darle vuelta a la tortilla. Leer la nota aquí.