A la “columnista” Cardenal, que solo entiende y quiere ver la parte católica de la realidad, se le olvidó mencionar cuáles otras asociaciones, no ligadas a ninguna fe, y, por tanto, más objetivas en su accionar, están por la correcta educación sexual de los jóvenes desde temprana edad y por el respeto de las identidades sexuales y de las auto-construcciones afectivo-sexuales en las escuelas norteamericanas. http://apa.org/pi/lgbt/resources/just-the-facts.pdf. Son nada menos que: la Academia Norteamericana de Pediatras, la Asociación Norteamericana de Administradores de Escuelas, la Asociación Norteamericana de Orientación Psicopedagógica, La Federación Norteamericana de Profesores, la Asociación Psicológica Norteamericana, la Asociación Norteamericana de Consejeros de Escuelas, la Asociación Norteamericana de Salud de las Escuelas, la Fundación Alianza Inter-fe, la Asociación Nacional de Psicólogos de Escuela, la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias, la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Nacional de la Educación y la Organización Norteamericana de Trabajadores Sociales de Escuela. Hay que decir que la Asociación Norteamericana de Psicología (American Psychological Association, APA), basada en Washington D. C., es una organización científica y profesional que representa la psicología en los Estados Unidos, y que, con 150,000 miembros, es la más grande asociación de psicólogos del mundo ( http://apa.org/about/index.aspx ), y que la Academia Norteamericana de Pediatras, AAP por sus siglas en inglés, y que incluye a Canadá, cuenta con 60,000 miembros http://www.aap.org/ y fue fundada en 1930, a diferencia de la socorrida asociación pediátrica citada por la “columnista”, que fue fundada apenas en el 2002, y que es más bien un grupo de pediatras renegados y de corte religioso y cuenta, según su misma página, con “miembros en 45 estados" (ni siquiera en todos los estados). Para que vean la poca importancia que tiene esta organización, ni siquiera aparece en la búsqueda de wikipedia en inglés. Pero, claro, la Cardenal le da más peso a esta asociación de corte religioso que a lo que tengan que decir las asociaciones serias y objetivas, y presenta sus alegatos como “verdades científicas”. La “columnista” Cardenal pasa por alto que una carta o un comunicado no constituye prueba médica alguna, y con una descarada falta de seriedad nombra de todos modos su “columna” con el estigmático y amarillista título de “Pruebas médicas sobre sexualidad de jóvenes”. ¿Adónde están las pruebas? Lo que diga o interprete un grupo de médicos llenos de prejuicios religiosos no constituye prueba ni estudio alguno para determinar nada. Hay que recordar que las verdades a medias son mentiras tendenciosas, y eso es justamente su “columna”, una mentira tendenciosa.
Pero veámos quiénes están asociados a este grupo citado por la Cardenal:
El Dr. Dean Byrd, a quien este grupo cita y alaba por sus “estudios”. Fue nada menos que presidente de NARTH, National Assosiation for Research & Terapy of Homosexuality (Asociación Nacional de Investigación y Terapia de la Homosexualidad), abierta y estrechamente ligada a la coalición que indica la “columnista” (Facts About Youth), y por tanto ligada a los prejuicios religiosos, y que ha sido un sinnúmero de veces demandada por violaciones a los derechos humanos y cuestionada por los investigadores serios del tema, y una de las más conocidas y abiertamente homófobas-religiosas asociaciones en la actualidad, dedicada a promover el estigma social contra los homosexuales y el pánico en ellos, con artículos y noticias fanático-pseudo-científicas; el Dr. Byrd publicó un libro que se titula “Mormons and homosexuality” (Mormones y homosexualidad), el cual, por cierto, le provocó problemas por haber citado tendenciosamente un texto de otro profesional, el Dr. Michael Bailey, además de otros colegas, para hacer parecer que éste “aseguraba” que había otras hipótesis relacionadas con la salud mental de los gays aparte de los efectos negativos de la presión social y del estigma, algo por lo que el mismo citado se mostró sorprendido y que, por supuesto, negó (aparte de muchas otras citas más que hacía, todas erróneas y tendenciosas, como puede leerse acá: http://wthrockmorton.com/tag/a-dean-byrd/ )
El Dr. Thomas Benton, citado directamente por la “columnista”, es presidente y co-fundador de la Asociación en la que se apoya la Cardenal para hacer su “investigación”. En la página web del doctor Benton encontramos que su misión es “servir a nuestros pacientes de una manera tal que complazca al Señor” ( http://www.bentonpediatrics.com/ ) y ha sido miembro de la Asociación Médica y Dental Cristiana desde 1996.
A su vice-presidente Den Trumbull no lo encontramos destacado en por ninguna parte más que en los blogs y páginas cristianas, católicas y mormonas, que lo citan como la única y máxima autoridad en la materia. Muy bajo perfil para ser vice-presidente de una Asociación tan importante y conocida.
Su secretario, el Dr. Randaolp Matthew, está afiliado al Children’s Hospital of Philadelphia, que se “ranquea” con 2 de 4 estrellas posibles. Puesto que la calificación de la calidad del hospital se hace en relación al desempeño de los doctores individuales, la afiliación particular a un hospital por parte de un doctor se refleja en su desempeño, y esto no deja muy bien parado al ilustre secretario de la tan importante y conocida asociación.
Dra. Michelle Cretella, de la mesa de directores, es una conocida activista cristiana en pro de la familia tradicional, un alma gemela de la Cardenal que solo puede interpretar al mundo a través de los lentes oscuros de su fe. Otra mormona más en la lista. Ya se ve entonces que es una asociación que reúne a mormones que son médicos, y no a médicos que son pediatras.
Dr. Richard Fitzgibbons, de “Facts about youth”, es director del "Instituto de Saneamiento Marital". Creo que con eso basta para saber cuáles son sus creencias. Otro doctor con agenda religiosa.
Dr. George Allar Rekers, también de “Facts about youth”, citado por la Cardenal, es también un oficial de NARTH, y testificó en la corte que cree que “la Biblia es la palabra infalible de Dios y que la homosexualidad es un pecado”. ¿Quién no llamaría a esto un prejuicio? En 2008 fue llamado como testigo experto en el caso de adopción de una familia gay de Florida. La jueza del caso, Cindy Lederman manifestó lo siguiente: “El testimonio del Dr. Rekers estuvo lejos de ser un neutral e imparcial testimonio de la relevante evidencia científica. Las creencias del doctor Rekers son motivadas por sus fuertes convicciones ideológicas y teológicas que no son consistentes con la ciencia. Basada en su testimonio y su comportamiento en el juicio, la corte no puede considerar su testimonio como creíble o valioso como para formar las bases de una política pública”.
Dr. Joe Nicolosi, también de “Facts about youth”, otro miembro activo, fundador y ex-presidente de NARTH, la asociación de la “terapia reparativa" antes mencionada”. En relación a esta Asociación, cabe destacar que “NINGUNA importante organización profesional de la salud mental ha avalado los esfuerzos para cambiar la orientación sexual y virtualmente todas ellas han adoptado declaraciones de políticas que previenen a la profesión y al público acerca de los tratamientos que proponen cambiar la orientación sexual. La American Psycological Association APA (EEUU y Canadá) el Royal College of Psychiatrists (Colegio Real de Psiquiatras, Inglaterra), principales organizaciones profesionales, han expresado su preocupación de que las posiciones propugnadas por NARTH, no son apoyadas por la ciencia y crean un ambiente en el que el prejuicio y la discriminación pueden aflorar”. Además es también importante destacar que “el estar de acuerdo con el punto de vista de los líderes de NARTH es el ‘primordial criterio de membresía’, en lugar de serlo las calificaciones profesionales individuales”. Además, la página web de NARTH contiene una “lista de recursos de artículos teológicos”.
¿Qué vemos en común aca? Vemos que esta no es un grupo de pediatras interesados en investigaciones generales de pediatría, sino un instrumento más de la agenda religiosa anti-gay, de la tan repudiable “terapia reparativa”, que parte de un equívoco: que existe algo que reparar: una posición claramente homófoba y heterosexista.
De los firmantes que apoyan el documento citado por la “columnista” Cardenal, la mayoría, si es que no todos, proceden y tienen vínculos con asociaciones pseudocientíficas de corte religioso, como NARTH y Focus on the Family, y religiosas de diferentes denominaciones, en especial la mormona, y con la Catholic Medical Association, CMA (Asociación médica Católica), uno de cuyos propósitos es “sostener los principios de la fe católica en la ciencia y práctica de la medicina”, por supuesto, con obvio detrimento a la imparcialidad y objetividad en la investigación científica; y ligados a la Traditional Velues Coalition (Coalición de Valores Tradicionales), otra asociación cegada en sí misma.
Éste es el universal y variado común denominador que hallamos en todos los médicos pertenecientes a esta asociación, una asociación llena de preconceptos y de claras agendas pro-religiosas. Y no es que tener una creencia religiosa sea malo para un médico; pero cuando ésta se vuelve la nube que no le deja apreciar científicamente las cosas, entonces se convierte en una tara mental que le imposibilita manifestar un criterio acertado acerca de la realidad en la que sus prejuicios intervienen. Es llevar el fanatismo a la profesión.
Lo malo es que cuando una “columna” de estas aparece en un periódico que se las da de “imparcial”, entonces se pone en tela de juicio su seriedad al tener en su staff de “investigadores” a gente fanática que miente y distorsiona una realidad debido a las taras mentales de corte fanático-religioso que las posee como demonio. Pero me desocupo de esta gente. Lo que sí me preocupa es que una opinión presentada de esta manera crea en quienes la leen una percepción igualmente distorsionada de la realidad, fomentando y estimulando el estigma social contra un grupo, el odio, la altanería, el irrespeto. En estos momentos muchos salvadoreños estarán convencidos de que “la ciencia” ha demostrado por fin que los niños y jóvenes no deben ser educados en sexualidad, ni mucho menos en el respeto de la diversidad de las identidades sexuales y las orientaciones afectivo-sexuales divergentes de la tradicional”.
3 comentarios:
Hola.
Gracias por tus aportes a esta manipulación de la información. Te paso un link de un grupo de Facebook que, por tonto que parezca, está dando mucho de qué hablar. Colocaré tu dirección de Blog en este espacio.
Saludos y adelante.
Verónica Reyna
Perdón, acá va la página: http://www.facebook.com/group.php?gid=402640464467&ref=ts
Gracias a ti por el link. De inmediato me paso por ahí y me hago seguidor.
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